Venimos a este mundo perfectos. Cuando somos pequeños seguimos nuestros instintos e intuiciones y somos maestros en usar las emociones correctamente. Venimos a disfrutar, vivimos en el presente más absoluto sin temor al futuro, sin ansiar el futuro ni arrastrar el pasado. Nos sentirnos plenos. Somos felices.
Fijaos en la capacidad de lo niños cuando vienen a este mundo, aprenden a hablar, aprenden a andar y se caen una y otra vez pero no se rinden, aprenden a comer y todo de manera natural . No se critican, no tienen miedo, no se juzgan, si se caen , se levantan y punto. Adoran todas y cada una de las partes de su cuerpo (hasta sus heces! ;-)). Se levantan alegres, se entristecen si sufren una pérdida, se defienden si se sienten agredidos,. No se levantan por la mañana y empiezan a decirse cosas como estas ..” que mala cara tienes” .. “ vaya dia te espera hoy” “ estoy cansado” .. solo viven en el ahora, no hay tiempo, no hay pensamientos negativos. Solo quieren aprender y disfrutar. Su mente es una esponja y no hay nada que les pare pero poco a poco aparecen las pautas, normas y creencias de nuestros padres (que lo hacen como mejor saben y con todo el amor del mundo!) que nos inculcan lo que está bien y está mal, lo que se puede o no se debe hacer, se nos premia y se nos castiga en función de lo que hacemos.
Y así más o menos a los 7 años empezamos a renunciar a nosotros mismos a nuestra autenticidad, naturalidad, sueños y esencia en aras de que nos quieran y nos reconozcan y de este modo renunciamos a nuestro talento y nuestra vocación. Dejamos de ser niños alegres para convertirnos en niños responsables. Nos prohibimos ser quien realmente somos. Nos dormimos en un sueño profundo y doloroso. Y así vivimos como robots programados actuando en base a nuestras creencias y nuestros valores.[separador height=»40px»]
La libertad y la felicidad se convierte en nuestro sueño sin darnos cuenta que somos nosotros mismos los que nos hemos fabricado esa cárcel y nos lo estamos impidiendo.
[separador height=»40px»] Despertar es tomar conciencia. Tomar conciencia de que tú no eres tus pensamientos, tú no eres tus emociones, tú no eres tus comportamientos Solo son patrones aprendidos que podemos desaprender.[separador height=»40px»]
Utilizar las emociones correctamente es clave para el despertar de tu conciencia.
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Entender para qué sirven y empezar a utilizarlas a tu favor es esencial para llegar a tu esencia y a esa paz que tanto ansias. No se trata de controlar , se trata de entender y escucharlas.
Ya no hay más excusas, ya no tienes que pedir permiso a nada,ni nadie. Despertar y encontrar tu esencia y felicidad solo depende de ti.
942017
